María la Camuña y su hijo

“Tenía un polo en la mano que lo hacían anca Cañá lo vendían a una peseta y el polo era un palillo de dientes con un poquito de gaseosa la Pitusa” “Para el tiempo que corría no era barato porque con una peseta se compraban cuatro rodajas de mortadela con aceitunas que la vendían anca Perche que daba para merendar y yo todavía con mis 60 años ya cumplidos recuerdo el olor de aquella mortadela”. En esta foto aparecen María la Camuña y su hijo poco antes de emigrar a Cataluña.
(1963-1964)

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