“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Peresonajes de El Lugar, Más sobre Joseito Caliente.

Llamaba “Primo, Primo” a tos los jóvenes y a los mayores “Tito, Tito.”
Una vez, él andaba por ahí, se queaba en cualquier sitio, le preguntaron:
-Joseito, anoche, ¿a ónde te queastes?
-En una finca que hay ahí en El Forestal, que ahora no m´acuerdo cómo le disen.
Empesaron a mentarle lagares:
-¿El Pañero?
-No.
-¿Chinchilla?
-Tampoco.
-¿El Doraor?
-Tampoco.
-¿Sería Pocopan?
-Ese sería…, porque la Tita me dío cuando llegué que no tenía ni pan.

Por cierto que de burlesco a Pocopan le llamaban La Tahona.
Vino de Madrid Salvaor el de Las Parras y le dieron:
-El primo Ramón s´ha echao una novia.
-¿De a onde?
-De la Tahona…jajaja.


Estaban hasiendo el poso de Colores. El posero estaba dentro y los demás hasiendo la bocamina y llegó la hora de la umá y el hombre, hasta que salió del poso, ya estaban tos fumando. Era de El Palo va y dise:
-No ves, vengo tarde. Primo, primo, estais echando má humo que la calera de los Diegares.
-¿Y eso?
-Pues un tonto que va por El Palo y pá peir un sigarro: “Primo, primo, dame un sigarrillo que eche má humo que la calera de los Diegares.”

En la Posá de Bastian Samarra se untaban unos cuantos chuscos. Al lao vivía un hombre que le desían Blanquilla, el padre de las Blanquillas que hemos conocío de la calle Llana. En la Posá de Pancho, al lao, vivía Chorrohumo y Concha, tenían tienda allí. Los chuscos le desían a Joseito- Caliente - era mu exacto pá esas cosas- tu te pones en medio de las dos casas y dises:
“¡Soy má hombre que Blanquilla y mucho má desente que Chorrohumo!”
Blanquilla no salía pero Chorrohumo, que era inocente, salía:
-¿Quién t’ ha dicho eso?
- Los niños del Pueblo… los niños del Pueblo.
Nunca desía quién lo habia mandao. Era una buenisima persona. Ni a los niños era escapás de haserle ná.

Un día venía por las cuatro esquinas con una carga de aseitunas y lo pisó el mulo:
“¡Arre,mulo, alsa la pata, qu’has pisao al primo!

¡Pobresillo!… a lo meor fue víctima de la guerra… como iba mucho andando al Sauseo, lo mismo atravesó la línea, le dieron el alto, no se paró, no hizo caso y lo mataron. También se dío que s’había ahogao en un paar…, lo má frecuente es lo otro.

Transcripción: Luis Torremocha

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