“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Baltasar Rinrín

Vivía en una casita, abandoná, de la Juenteabajo.
María Durán le compró ropa nueva y llamó a Juan Gallito: “Mira, vamos a ir a lavarlo, tu lo afitas,..” Y así lo hisieron.

Una que le llevaba café con leche tós los días era Bastiana la de Juanpepé. Un día volvió disiendo que ya no había que llevarle más café. Había muerto.

María Durán y Juan Gallito lo amortaaron, lo vistieron por última ves.

Fue carabinero por dos veses, pero en dambas veses lo expulsaron por la bebía.
Lo colocaron en unas bodegas y –¡¡lo malo que es la bebía, chiquillo!!- cuando no echaba vino por la boquilla le pegaba un tiro para que el vino saliera por el boquete Cuando echaron mano se había bebío una bota entera.

Luego en EL Lugar entraba en las tabernas. Él desía: “¿qué, me vas a conviar, m’ echas un vasillo vino?” La ente le echaba un vasillo vino y él:
“agraesío, y,
si lo llenas otra ves,
te lo vuelvo a agraeser.”
Entraba en otra taberna y le llenaban con los culillos, con los asientos, otro vasillo y le desían los chaveas:
- “Ahora mu tienes que desir cómo disen las tórtolas,
- Pues las tórtolas disen: “tortolás, tortolás…”
-¿Y las codornises?
-Las codornises disen: “luipepé, luipepé…”

Se dió cuenta que a la gente le daba escrúpulos y, como no era tonto, usaba un jarrillo lata que se echaba en el bolsillo.

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Bastián Chavito (continuación)

Esteban el barbero, el de la patapalo, llamó una ves a Chavito y le dío:
“Ven pacá, que te voy a tomar las medías pá quitarte una pierna pá mí.”
Después, ¡cualquiera l’hasía arrimarse a la barbería!...y desía: “Pó má ha perdío él que yo…m’afitaba y pelaba allí y ya no voy…; ¡si Dios m’ha dao dos piernas sanas a mí porqué tengo yo que darle una a él.!”

Y cuando le desían “Juan Luque”…; un día le dío Miguelin, allí en Los Pleillos, “¡JuanLuque!”, y la pedrá que le pegó en la espalda fué ná. Llevaba piedras en los bolsillos, preparao, pá el que le diera Juan Luque… es que le metieron en la cabesa que Antonio Colores, que era el que tenía que proteerlo, porque él tenía media fanega tierra en Mallén y se la deó a su sobrina pá que cuidara d’él..., bueno, le metieron la ente de que Antonio Colores, que era el marío de su sobrina, estaba arreglando pá qu’él fuera al Servicio por un ío suyo que se llamaba Juan. Él desía que se llamaba Sebastian Rodríguez Mancebo y la ente le desía: “tú ya no te llamas así. Te llamas Juan Luque”.
(Él, que no había tenío suerte pá ná, del Servicio s’había librao).
“Yo no voy al Servicio, es el otro el que tiene que’ii…”
Y tó el mundo: ¡JuanLuuque!, y era lo má malo que se le podía desir.
Antonio Colores se fue a Gandía y le desían a Chavito: “Anda qu’está malamente, ha comprao dos o tres huertas… y má cosas, tiene hasta una tienda.” Y él desía: “no disen que lo robao no luce, pó a él sí que le está luciendo.”
Otras veses le desían: “No, disen que se enteraron que t’había robao y qué sé yo… y que lo metieron preso, bueno, que lo llevaban preso y s’escapó.
Y Chavito: “¡¡anda que si yo juera guardia civil me s’iba a escapar!!”

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Bastián Chavito (continuación)

A mí (Antonio) me pasó una cosa paresía: Los Muelas, que eran Rodríguez también, pá quitárselo d’ ensima me lo mandaban… M’ asoma un día y me dise:
-Pariente,- porque tú serás pariente mío-, m’han dicho tus hermanos que si l’has arreglao el despertaor...; bueno, se hiso visita mía y me sacaba las conversaciones que le paresía. Un día que estaba mi papá allí me dise.
- Pariente, te voy a preguntar una cosa: ¿Aquella trioyana que hay allí con tus hermanos es también pariente mía?
-Hombre, claro, si es hermana
-Pó aquella con una cosa como un braso no s’apañaba.
Y eso con mi papá delante…No pensaba ná má qu’en eso…las jembras.

Una ves que robaron unos guarros, los guardias repreguntaban a tó el mundo. Chavito estaba por allí y le preguntaron también… y él ya estaba harto de preguntas…un día vieron asomar a los guardias:
“¡Ea, ya están aquí otra ves!, ¿a ónde me meto yo?”
Uno le dío: ahí. (Una espuerta grande de esas de comer las vacas).
Chavito se metió debao. Se lo dieron a los guardias y estos hasían como si lo buscaran por tos los laos. “a ónde estará este… que cuando no se presenta tiene que saber algo.”
“Bueno, ya que no damos con él, vamos a probar este surriago en la espuerta ésta…y Chavito salió pitando, echando sapos y culebras… por su boca.

Se iba Chavito al Cortio Grande y lo mandaban a Los Menores por leche, donde vivía el médico Salas que estaba casao con una hermana de los ricachones Antunes. Como era granuilla, iba bebiéndose la leche por el camino y ancá cañailla le echaba agua y al final llevaba agua ná má. Dearon de mandarlo por la leche y le dise Chavito:
-¿Compadre, es que ya no se toma leche?
-No, la leche s’arrematao
- ¿Y eso por qué?
-Porque tu tienes pocas cabras pá la leche que te bebes
-Sí, pero tampoco tengo vacas y saco mucho estiércol pesao… y después le desía a la gente: “A mi compadre le pasa como a tos los cortieros, trabao quiere mucho y bueno y la comía la da con mucho tiento.”

Transcripción: Luis Torremocha