“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Tres “Piesas”… y “El Arresío”

Se juntaban tres ¡piesas! del Lugar en la gasolinera Las Chapas: Frasco El Presiso; Frasco, el cuñao de Huertas, y Mangote. Se sentaban en un banco tós los días y un día un coche se plantó delante, se le echó ensima, pero no les pasó ná.
Después d’ aquello, Frasquito Gallito, el hermano de Juan el de Niá, de cachondeo con El Quemaillo:
-¡¡Sus pilló un coche a los tres!! ajajá
-¡Sí, a los tres mus pilló… tú es que te crees má listo… pues tú eres má tonto que los tres, juntos, qu’ estaban allí!

Frasco, na má que lo que repartió fue una “Pitusa,” la gaseosa nueva que metió Huertas en EL Lugar.
Un día “El Arresío” vino del campo y su muer no estaba en la casa. Cuando volvió le formó… ¡una! Le dise ella:
“Mira, mira, vayas a creerte tú que yo he ío al Puertolahorca, a emborrarcharme de Pitusa como hasen toas.”
El Arresío desía: “eso de La Pitusa no tendrá alimento. Se la toman los ricos y así tienen esos morrillos.”
El hermano era “El Arresío” y fue a él al que se queó “El Arresío.”

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: De Cristina: El novio

Una mosuela tenía novio, y antes, como se deaban las puertas entornás…, pó el novio hablaba con ella por la ventana y un día, como estaba la puerta entorná, “pues yo voy a entrar esta noche, si mi novia me dea”. No sabía a dónde s’acostaba. Entró, hasía frío, con las manos buscando la lus, atentaba cruses…,” ¿esto qué será?, a mí me da susto” y se salió.
A los pocos días, disen que le dío a la novia:
-¿Tú dónde t’acuestas?
-¡Dónde me voy acostar, en mi cuarto!
-¿Y tú no dises ná?
-Yo reso
-¿Y qué resas?
Y disen que le dío:
En la crus murió Cristo,
Digno y manso cordero,
No murió por sus pecados
Murió por pecado nuestro.
Enclavado en una crus,
Con unos clavos de hierro.
Padre mío de mi alma,
Tó lo que tengo puesto,
Que ni la tierra que piso
Padre mío, no merezco.
Amén
Y disen que le dío: “Pó sigue con eso, que vas bien espachá”… es que entró y no tocaba ná má que cruses, en ves de a la hembra...

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: De Cristina: El ciruelo

…Uno tenía un siruelo y entraban y se lo deaban tó patas arriba…y cortó el siruelo. Era una maera buenísima y disen que dío: “Pues de aquí voy yo a haser un santo y hiso un San Pedro…él se llamaba Pedro.
Tanto le gustó a la ente, que lo llevaron a la iglesia.
Disen qu’entró uno y disen que le dieron: “ese lo ha hecho fulano” y que dío:
“Gloriosisimo San Pedro,
Yo de siruelo te conocí,
Los milagros que tú hagas
Que me los cuelguen a mí”

(Una versión más procaz resalta que “en años no l’ había coio ni una siruela” y cambia el último verso:
“que me los cuelguen aquí”. Señalando determinado sitio)

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: De Cristina: “El Sordobobo”

El probe tan poco estaba lisensiado en Filosofía y Letra, en Salamanca no había hecho, el probe, los estudios.
Traía agua con un borrico de Las Parras Vieas ancá Perche… a los sitios!
Un día lo vieron que estaba coeando y le disen:
-¿Sordobobo, qué te pasa que coeas?
-Yo qué sé, me duele el pié mucho y no se lo que tengo
Así estuvo unos pocos días… y un día:
-A ver lo que tienes en el pié.
Y el probe, ya ves, - los sapatos tampoco eran de “Emilio Tuchi”, los calsetines de “Punto Blanco,” le quitaron las albarcas que llevaba y los calsetines –que no le faltaría ná má que los suavisantes- y cuando le quitaron los calsetines tenía gusanos en el pié… al acostarse el probe se quitaría los calcetines, le picaría la moscarda…
Lo lavaron y ya se le arregló el pié.

Transcripción: Luis Torremocha