“LAS COSAS DE EL LUGAR”: María Camuñas

Fue de las que se fueron pá Almería y desía, ( ¡¡cuánto sufrió la criatura!!) :
-“¡¡Qué alegría… que íbamos pá Almería!… y cuando lleguemos, ¡¡ aquel serraero de puertas!!, la ente acostá en las asera…¡¡ay!!, ¡ay!…”
Después se marchó a Madrid, estuvo una temporá, y tampoco lo pasó mu bien. Eso sí, a todo el mundo le desía: “ ¡Yo soy del Lugar!”
Cuando volvió iba ancá Antonio Samorano, -“ mi padrino” desía ella-, toas las noches y repasaba toas las estaciones del metro de Madrid.
Hubo un lío de faldas sin que ella ni siquiera se enterara… unos que le habían alquilado la cámara y el ofendío desía: “ tengo que haser una tarraya” y va él y se sienta a mi vera (Miguel), en el Casino y me dise: “Miguelillo, si tu hermano se casa con mi muer, al que tengo yo que matar es a ti, ¿no?.

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Los toques de campanas

Doblar… las honras, pá anunsiar la misa al otro día del muerto: ♫ Plonnn…, ♫Plonnn..., ♫Plónnn. ...,”Ay, ¿quién s’ha muerto?: fulano, fulana...; ah, nadie: es del campo…”
Las ánimas, como los dobles, pero má en corto.
A las 10 de la noche, que los padres obligaban a los íos a que se recogieran.
El Avemaría, con las campanas chicas.
El Angelus, la oración del mediodía. Les cogía en su paseo de mañana al cura D. Antonio el Rubio y el alcaide Paco el Brigada y resaban el avemaría.
Repicaban las misas los domingos, pá los niños muertos y en el mes de mayo, mes de María, tó las tardes.
Los tres toques pá la misa del domingo y fiestas de guardar:
1 hora antes: ♫ tán, tán, tán… tán-n-n.
½ hora antes: ♫ tán, tán, tán… tán--n-n; tán-n-n: “¡ay, el segundo toque”
A La hora: ♫ tan, tán, tán; tán-n-n; tán-n-n; tán-n-n: ¡ay. Ya el tercer toque… ¡venga, a arreglarse de prisa!

Si había fuego, tocaban a fuego, a rebato: la campana gorda sola, mu deprisa, mu de prisa: ♫♫♫ Plón, plón, plón…
La noche de Tós Los Santos salían los monesillos, y los que le acompañaban, pidiendo La Ureña. Llevaban una canasta y le echaban granás, membrillos, billotas… y tó la noche las campanas: ♫Plón… plón… plón...…
Cantaban una coplilla balanceando la canasta.
Si echaban algo: “muchachos, en esta buena casa, a la gloria vayan-vayan”
Si no: “muchachos, en esta mala casa al infierno vayan-vayan.”

Cuando los roos, le quitaron las lengüetas a las campanas y se tiraron 7 meses sin tocar. El mismo día que entraron los fascistas se las pusieron y Pin-pón, pin-pón, pin-pon…Pasaba por la calle Cristo Pilar Anguita y Pepe El Mirro le desía: “¡campanas benditas!, ¡campanas benditas!

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Juan Pintamona

“Cuando mi ío Juan se fue a la mili-contaba- me sitaron en el cuartel. Llegué allí:
-Vamos a ver, Vd. tiene una multa aquí de 1000 ptas y, si no la paga Vd. en sinco días, va ir a la carsel.
-De esa manera
-De esa manera
-Y ¿por qué?
-Yo no sé. Vd. tiene esa multa…
Me fui pá mi casa y le escribo a mi Juan contándole… y es que mi Juan, sin yo saberlo había echao, también, con los guevos un poquillo de harina y yo no m’había enterao.
Me sitaron otra ves y había un guardia que era de Cauche y áquel m’honró.
-Vamos a ver, Vd. tiene una multa de fiscalía.
-Sí, eso me dío el guardia el gordo.
-Bueno, a Vd. lo pillaron vendiendo harina u algo
-No, yo no sabia ná…es que mi ío echó un poco de harina…y él está en la mili.
-Bueno, pues Vd. se va a su casa tranquilo, que no tiene que preocuparse por esto. -Cuando venga su ío que lo pague él…
Y es que su ío lo había arreglao allí…, hasta lo castigaron. Entonses las multas de fiscalía se pagaban en la mili, en el calaboso.

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Cocurito

Estaba Cocurito y el Pipitan ahí enfrente, en El Almendral, en un caminillo, delante de una ilesia que montaba Cocurito…cantando sus cantes de ilesia, ♫♫ tal y cual… y el Pipitan tiró un tiro:¡ pon!. Cocurito pegó un bote y salió roando el pecho abao…Cuando se repuso, sube p’arriba…
El Pipitán: “¿¡Cómo es que l’ he pegao!?”
-Paquillo, pero ¿qué hases?
-Chiquillo, tate callao, unos casaores forasteros m’han pegao un tiro, mírame la corvera... verás el boquete que tengo en la espalda.

Se fue Cocurito con su sobrina a Málaga y como andaba mal vestiillo un día la polisía se lo llevó a la comisaría. Ël siempre pá la hora de comer estaba en la casa.
Que no llegaba, que no llegaba. Ya de noche vuelve:
-Pero ¿onde t’has metío?
-En el calaboso...
Y ¿por qué?
-Y, y… yo que sé…
Ya entonses, antes de salir desía: “bueno, vendré a la hora de comer… ¡si no me meten preso!”

Transcripción: Luis Torremocha