“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Juan Garrancha Un negociante de primera

Tenía una mula mu buena y en tiempo del estraperlo se podía buscar la vía bien con ella...; pero él la tenía arando siempre en el Alcaire y él dando un jornal.
Le desían a la muer:
- Mira que tu marío, tiene una bestia buena y trabajando así, parriba y pabao, ganaría má que trabajando un jornal.
-Sí, si, pero este hombre yo no sé lo que pensará…
Y una noche le dise:
- Parece mentira, toa la ente me lo dise y…¡ yo que lo veo!… Con esa mula tan buena que tienes y no erescapás de menearla… no erescapás ná má de ir a dar un jornal al Alcaire.
- Pó de aquí palante la vas a menear tú a ver si…

Luego, después, traía pañetillas de leña, carguillas de leña seca pá las viudas, pá Concha la Alcoholao pá el negocio. Total: llegó a la casa de Ramón el Herrero- estaban allí los padres-.
-¿Maestro, se quea Vd. con esta carguilla de leña?
-Ana, ¿mu hace falta leña?
-Sí.
Sale el maestro a verla y le dise:
-¿Cuánto quiere Vd. por la leña?
-Dos duros.
Se cuela pá entro y le dise:
-Bien, descárguela
Y a la muer:
-Ana, dale a ese hombre diez pesetas.
-¡Eh!, por diez pesetas lo mismo que la he descaigao, la caigo.

Le ofrecieron 4.000 rales por la mula y le dieron 1.000 pesetas:
* ¡Por mil pesetas!... la mula no sale de su casa.

Llevó un hermano una fanega trigo al molino Empedro. Apuntaban el nombre y lo pegaban en un papelillo al costal.
Pasaos má o menos días, cuando el hombre había dicho, pá traerse la harina fue él.
-Mire Vd. yo esto no se lo pueo dar. Aquí vino otro hombre con el trigo.
-Sí, pero ese hombre es mi hermano.
-¿Cómo se llama su hermano?
-Mi hermano se llama Bastian, Bastianico.
-¿Y los apellios?
-…ahora mismo no caigo yo, ¡hombre!.. pero Vd. ¿cómo se llama?
-Yo me llamo Juan Alvarez Delgado
-Su hermano se llamará igual.
-…¿Igual?, igual que chiste tiene…yo sé ná má que se llama Bastianico… y otra ves no me pasa a mí esto. Me lo traigo yo apuntaito en un papel.
-Pó yo la harina no se la doy.
Hasta que pasaron arrieros –entonces pasaban muchos arrieros- y les preguntó.
-Sí, sí, es su hermano.
Y ya le entregaron la harina.

Transacripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: La “recreación” del PC

Empesemos a trabajar mi primo y yo (Antonio) con aquello de las campanas del cura. Y ya no parábamos… Había un malestar en El Lugar: que si la campana gorda tenía una aleasión de plata… que eso era un robo. Diímos dos o tres cosas en dos o tres tabernas aquella tarde y al otro día tó El Lugar estaba encendío.

Nosotros actuábamos como si estuviéramos en el partido sin saber ná de él...
Por ejemplo. vino Franco a Málaga. Dieron camisas de falange a la ente. Perico el de la Miel se la gastó segando a estajo. Frasquito, el guarda los Portales, (pero ese era de derechas… y bueno Pedro también) venía con la camisa puesta pá ir a Málaga, que salía el autobús de la puerta de la Boeguilla. Venía también otro mu trajeaete pá ir a Málaga y le dise Antonio Colores: “chiquillo, tu vas a ir a Málaga a resibi a Franco con el hambre que habeis paso, que a tu madre la pelaron”…”Me cago en la hostia, que yo iba por gusto de ver Málaga y me vais a volver…” y se volvió y no fue. Y otros má que se volvieron...
Siempre andábamos trapicheando y me dise mi primo: “Esto hay que buscar de enrolarse en el partido comunista, porque así, independientemente, no se alcansa ná. Y alcansó que en la Buena Sombra había algo y a través de uno que se llamaba el Nani, que luego desaparesió y reaparesió en el homenaje a Pepillo. – Yo lo tuve encerrao (Juan) en Madrid y haciendo encuestas pá alimentarlo y él se iba de puticlubs-.
Entramos en el PC (Antonio) mi primo y yo por mediasión del Nani y a los pocos días Miguel y Agustín Guerrero que hablaba chapurreao. Luego, después hubo una promosión, la promosión Lenin, y entró mucha ente. Y a mi algunos no me gustaban… y me salió así… Me hisieron responsable, mandamás, de tres sélulas y me tocaron dos de los que no me gustaban.
Yo tenía que haser reuniones con frecuencia pá recabar dinero pá fiansas y echar ente a la calle. Teníamos que simular amistades, un trato o cosa así, conversasiones corrientes, en la taberna.
Una vez íbamos a tener una en la cámara de Cañá y asomó Pepe, el socio de Frasquito, y ahí queó la cosa… ¡ahí queó la cosa!..
Yo llevaba aquello como un reloj, pero mi primo, responsable del resto, nunca tenía una gorda, porque no se preocupaba por cobrar… ¡me cago en la mar!
Las familias nuestras creían que tenían la culpa los estudiantes del Lugar: Antonio Domínguez y Juan el Ingeniero… ellos tenían su ideología. Además como pregonaban mucho estuvieron preocupados…pero no sabían ná de lo nuestro.
Pepillo entró por Málaga. Él nos orientaba por aquí, por allí…
Otro que aprovechemos fuiste tú (Antonio el del Estanco). Yo creo que no fuiste del Partido, pero sabías mucho. Cuando venías al Lugar, pá sacar dinero a la ente, porque siempre estábamos faltos de dinero pá echar presos a la calle bao fiansa, te aprovechábamos pá llevarlo a Madrí. Nos dieron dinero Bastian Caldera, Paquillo Perche, D. José…
La declarasión de la Habana,¡¡¡ no la escuchemos veces!!! Juan Colores se la trao de Alemania… y los discursos de Fidel Castro de hasta 5 ó 6 horas seguías…Una noche que cayó una tormenta escuchemos a Paco Ibáñez cuando cantó “Olivareros Altivos”.

Transcripción: Luis Torremocha

“LAS COSAS DE EL LUGAR”: Personalidades de El Lugar Salvaor el de Las Parras (continuación)

Fueron a escaldar. Iba su hermano Pepe, que era sapatero, pero iba al campo de ves en cuando. Pepe se pegó a Miguel Cascales, iban hablando, hablando. .. Salvaor estaba retiraillo y le dise: “Pepitooo, Pepitooo… ¡qué pongas a Miguel al corriente de toas las cosillas de la casa, hombre!”
Contaba las cosas de su padre que era algo redicho: cuando había cola en Las Parras Vieas las mueres se ponían a haser la ruea mientras esperaban. Entró Pepe al dormitorio y le dío ¿”Pepito, quien son esas perdularias?

Dispusieron los íos que aprendiera a leer y escribir. Los números l’entraban bien los primeros:
-uno.
-¡uno!;
-dos
-¡dos!;
-tres
-¡tres!
Y así hasta el 7, que s’atrancaba, ná, que no…que no. Y le desían “pero si el 7 es como otro número cualquiera, Papá...
“El 7 es un cañón. Ñeta… ¡un tiro que le peguen!...¡¡Yo no le doy apaño a este almapuñetera!!

(De su yerno Matías)
Estaba Salvaor unas ves en Lajuentabao para ir a Málaga.
Lo cogió Bastián Morrongo y llevaba prisa y empesó a correr mucho y Salvaor, asustao, se cogía, se renganchaba a los asientos y lo miraba… hasta que le dise:
“Bastián, chiquillo, tiene que tener los ojillos mu grandes el que vea subirme otra ves contigo.”
Salvaor, un día que Bastian Gallito estaba apuntándole a lo que a él le paresían unos pájaros raros, que volaban hacia Frentelasparras, y eran unas gallinas guineas. Entonses Salvaor lo vió y le pegaba voses:
“¡¡Gallitooo, Gallitooo, no dispares, … que son aves de corral.!!”

Transcripción: Luis Torremocha